El santuario de las almas conquenses

   Muchos lugares encantados existen en España, sitios muy especiales para todos los amantes de lo paranormal.

  Cuando pensamos en lugares embrujados solemos reparar en castillos, hospitales abandonados o casas antiguas pero no solemos creer que sean lugares religiosos. Pues sí los hay y un ejemplo es el Santuario o Ermita de Nuestra Señora de las Angustias de Cuenca.

  La historia de este templo comienza en el siglo XIV cuando se erige una pequeña ermita para instalar en ella a la Virgen de las Angustias. Esta imagen era muy venerada por ello en el siglo XVI en torno a ella se crea el Convento de los Descalzos. Aquí surge un gra problema y es que este cenobio era de clausura y al estar la ermita en su interior se prohibió a los conquenses acceder a ella. Ante las protestas los hermanos pusieron una pequeña imagen de la Virgen cerca del antiguo templo pero esto no gustó. Finalmente se decidió erigir una nueva iglesia, la cual se quedo pequeña en poco tiempo. Es por esto que el XVIII José Martín de Aldehuela hace una gran ampliación que le da su aspecto actual.

  Ahora se ve un edificio barroco cuyo exterior fue creado por Aldehuela. En él hay unas escaleras y un arco hecho con la misma roca natural que dan paso a un interior de una sola nave en cuya cabecera hay un retablo barroco dcon la imagen de la Virgen de las Angustias, patrona de la diocesis de Cuenca.

  En cuanto a sucesos paranormales se describen varios, empezando por la Cruz del Diablo que hay en el atrio exterior (esta leyenda ya la narré). De ella se cuentan que por su nave se pasean las almas de los antiguos santeros, uno de ellas es la abuela Amelia. Existe un testimonio de un trabajador llamado Javier Malo que que dijo que vio a una niña con un vestido blanco y el pelo abultado sentada en un pilar, unos días más tarde encontró unas fotos muy antiguas donde reconoció a la cria. Además se dice que siempre hay termogénesis, es decir, cambios bruscos de temperatura, y se descargan las baterías. Otra mujer relató que vio a la santera Amelia y a un hombre mayor con bigote con problemas en un ojo, Malo dice que ese era su abuelo.

  A pesar de estas historias el santuario es muy visitado por los conquenses ya que la Virgen posee una gran devoción popular.