lunes, 30 de diciembre de 2024

El cubo que protege Logroño

   Las murallas se componen de varios elementos independientes pero que sirven a un mismo fin, la defensa.

  Hace unos días escribí sobre las murallas de Logroño pero dejé pendiente uno de sus elementos más importantes, el Cubo del Revellín.

  Tras el cerco que llevó a cabo el rey de Francia Francisco I a la ciudad de Logroño entre el 5 y el 11 de junio de 1521, Carlos I ordenó reforzar las defensas de la localidad. Es ahí cuando se decide la construcción de un nuevo cubo artillero que ayudara en la tarea. Las obras, llevadas a cabo por el Maestro Lope de Insturizaga, comenzaron en 1522 y concluyeron en 1524.

  De esta manera se observa un torreón redondo articulado por una triple plataforma formada por la unión de un adarve y dos galerías de tiro con troneras, la superior sin techumbre y la inferio bajo una bóveda plana. Además se compone de varias zonas:

=La Plaza Superior de Tiro es redonda y servía para la colocación de la artillería que debía defender la ciudad.

=El corredor de acceso une el interior de la ciudad con la primera línea de defensa.

=La Casamata o galería inferior de tiro tiene un brocal en una galería en la cual se reservaba agua para enfriar los cañones. Además es probable que se utilizara como galería de escucha o contramina desde la que se contrarrestaría las acciones de zapa de los enemigos.

=El foso que servía para evitar la toma por parte de los sitiadores. Este, en concreto, convirtió la ciudad en plaza fuerte.

  Actualmente el cubo presenta un buen estado y se ha reestructurado para ser utilizado como una sala de proyecciones audiovisuales.






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